sábado, 25 de agosto de 2007





Hades el Dios de los Infiernos

Hades era el señor del infierno (en griego antiguo δης Hadēs, originalmente ιδης Haidēs o ΐδης Aïdēs, de origen incierto, puede significar ‘el que no ve’ o ‘el invisible’) alude tanto al antiguo inframundo griego como al dios de los muertos.

Era uno de los hermanos de Zeus, que al igual que al resto fue rescatado del estómago de su padre Cronos. En la repartición del mundo, en la cual Zeus se proclamo como Dios de Dioses, amo del cielo; a Hades le tocó ser el Dios del inframundo, y por lo tanto, dentro del cristianismo se conoce como infierno.

Dios tenebroso; muy temido por los griegos, era un justiciero implacable, aunque no malvado, se sentaba en las profundidades del inframundo con un cetro en las manos y gobernaba firme a las almas de los muertos que poblaban su reino; no era la muerte, sino que simplemente era el dios de los muertos. Estas funciones lo tenían tan ocupado que rara vez abandonaba su reino para subir al Olimpo. Por eso algunos no lo consideran entre de los Dioses Olímpicos. Hades sólo visitaba la atmósfera superior por trabajo o cuando era dominado por la lujuria.

Plutón,”el rico”, es otro nombre que se le da, debido a que es el dueño de las profundidades de la tierra, en sus dominios se encuentran los metales y el suelo se hace fértil. También se le denomino Clymenus,”el notable”, y Polydegmon, “quién recibe a muchos”.

Poseía un casco que lo hacía invisible, regalo de los Cíclopes, su bien más preciado. En alguna ocasión lo prestó a los héroes a quienes protegía. Como se ha indicado, le pertenecen todas las riquezas y tesoros ocultos bajo la tierra, pero no tiene ninguna propiedad sobre la tierra.

Perséfone, su esposa, le es fiel, pero no tiene hijos con él y prefiere la compañía de Hécate, diosa de las brujas. Ante semejante abandono, Hades busca aventuras pasajeras con mortales o con ninfas de la vegetación y de los bosques

Vivía rodeado de las divinidades infernales, sus sirvientes y mensajeros, y dictaba a la Tierra la terrible ley de la muerte. Sin embargo, al igual que Perséfone, en ocasiones lo invocaban los agricultores y se le representaba bajo los rasgos de un dios plácido, que sostenía en una mano un cuerno de la abundancia y en la otra, herramientas de arado.

Hades no juzga ni decide adónde van las almas, ése es el cometido de los tres jueces; Hades simplemente gobierna este mundo tenebroso, aunque hay ocasiones, en los casos muy complicados, Hades tiene la última palabra sobre el destino de las almas.El Averno

Nunca se ha sabido bien dónde se encuentra la entrada del averno.
Los que han tenido la suerte de visitarlo y salir luego «a ver nuevamente las estrellas», Orfeo, Heracles, Teseo, Ulises, Eneas y Dante Alighieri, nunca han sido demasiado explícitos al respecto. Hay quien habla de «un bosque de blancos chopos a orillas del río Océano» o de «umbríos sitios del Tenaro, promontorio de la Laconia» o de «una profunda caverna de vasta abertura, protegida por un lago negro y las tinieblas de los bosques» o, por último, de «una selva oscura». Con las palabras «luego salimos a ver nuevamente las estrellas» cierra Dante el canto XXXIV y último del Infierno en su Divina Comedia.

Pero todos están de acuerdo en que justamente donde empieza el Más Allá está el Aqueronte, río tenebroso, con un barquero, llamado Caronte, más tenebroso aún, que, además, pretende que le paguen el viaje. Por eso, los griegos tenían la costumbre de poner una moneda en la boca de los cadáveres, a fin de que estuvieran en condiciones de pagar el transporte.

Había allí un perro fabuloso, Cerbero, «de broncíneo ladrido, de cincuenta cabezas, despiadado y feroz», que guardaba las puertas del infierno. Era hijo de Tifón y Equidna, ninfa monstruosa hija a su vez de Medusa; tenía el lomo erizado de serpientes, la cola de dragón y sus fauces destilaban veneno. Se encontraba en la otra orilla de la laguna Estigia, por donde el barquero Caronte llevaba las almas desde la tierra al Hades o Averno. La principal misión de Cancerbero era no dejar salir a nadie. Sólo dos veces no pudo evitarlo. Una cuando Orfeo lo enterneció con la música de su lira, y otra cuando Hércules consiguió encadenarlo en lucha abierta y se lo llevó a Trecena, que fue uno de los doce famosos trabajos del héroe. Pero después lo devolvió.

Cuando alguien moría, Hermes conducía al muerto hasta el río Estigia, donde el barquero Caronte recogía en su barca al muerto y lo llevaba al otro lado. Varios ríos recorrían su reino:

1. Acheron el río de la tristeza

2. Cocytus el río de las lamentaciones

3. Lethe el río del olvido

4. Phlegethon el río del fuego

5. Styx el río del odio

Tras atravesar en la barca de Caronte la laguna Estigia, se encontraba con Cerbero, que, como Caronte, vigilaba que no pasase ningún ser vivo. Los muertos se sometían al juicio de Minos, Radamantis y Éaco, que los mandaban por tres senderos según sus actos:

♣ En el primer sendero estaba la llanura de Asfódelos, aquí se quedaban los mediocres.

♣ En otro camino se encontraban los Campos Elíseos, donde iban los afortunados.

♠ El último el Tártaro, que era un lugar tétrico, oscuro y funesto, habitado de sombras incorpóreas y custodiadas por Cerbero, el perro de tres cabezas y cola de dragón y que Heracles pudo capturar.

Había horrendos ríos que separaban el sub-mundo de la tierra, por los que conducía Caronte. En algún lugar de todo ese tétrico mundo se situaba el palacio del dios Hades, con muchas puertas, y lúgubres almas errantes.

En la Ilíada se narra el enfrentamiento de Hades y Heracles; cuando el héroe quiso entrar en el reino de las tinieblas derrotó al olímpico, lo hirió de un flechazo o de una pedrada, y fue conducido al Olimpo para que Péan, el dios médico, lo curase, el cual le aplicó un bálsamo milagroso que lo sano rápidamente

Perséfone:

La esposa de Hades, y reina del Inframundo ,era la hija de Zeus y Deméter. Perséfone no se fue con Hades voluntariamente, sino que fue raptada cuando recogía flores con sus amigas. Hades amaba a Perséfone tan profundamente que no la dejo salir del inframundo.

Su madre la echaba tanto de menos que lanzó una maldición a la tierra, produciendo una gran hambruna. Hades engañó a Perséfone para que comiese cuatro semillas de granada, lo que hizo que no pudiese abandonar el inframundo ni con la ayuda de Zeus. Perséfone supo de la depresión de su madre y le pidio a Hades que le dejase volver a la tierra de los vivos, con la condición de que pasaría con él un mes por cada semilla que había comido. Cada año Hades volvía con Perséfone en su carro al inframundo. Durante el tiempo que Persefone estaba con Hades Demeter quitaba sus beneficios de la tierra, por eso ocurría el invierno.




http://es.wikipedia.org/wiki/Hades

http://platea.pntic.mec.es/anilo/mitos/hades.htm


Integrantes:

Bruno S.
Robin A.
Felipe R.
Aaron S.
Curso: 1mB

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